Lago Güija
Este territorio que comparten El Salvador y Guatemala fue habitado por un asentamiento maya y todavía se encuentran estructuras labradas por los padres fundadores, representaciones de la realidad que ellos vivieron. Esta comunidad maya tenía por nombre ciudad indígena Güjat, la cual fue destruida por la obstrucción del río y formación del lago que ahora se conoce.
El paisaje que se divisa desde las pequeñas islas que se localizan en el interior del lago, como la de Teotipa, es de un verdor intenso, consecuencia de una abundante vegetación, en la que destacan el nance, el cedro, el volador, la caoba, el granadillo, el caucho y el chichipince, hábitat idóneo para aves como el quetzal, el cenzontle y la calandria americana, así como numerosos lagartos, y serpientes como boas y víboras.
En la parte salvadoreña del lago (que tiene aproximadamente 32 km², 74 %) están las islas de Teotipa, Cerro de Tule e Iguatepeque, donde se han encontrado sitios arqueológicos Igualtepeque ocupa una península en el lago de Güija, que se convierte en isla cuando sube el nivel del lago en el invierno. El terreno de la península fue extensivamente modificado en tiempos prehispánicos, formando varias terrazas y aplanando su cima en donde se construyó una pirámide y otras estructuras. La cima está parcialmente rodeada por una muralla. La playa de Igualtepeque tiene más de 80 piedras con petrograbados, por lo cual constituye uno de los más destacados sitios de arte rupestre en su región. La ocupación principal de Igualtepeque es del Posclásico Temprano. Hallazgos importantes se han realizado a lo largo del tiempo de figuras con escritura Mayas, actualmente se conoce el sitio como el "Cerro de las Figuras". Ha habido varios incidentes de saqueo, lo cual ha denunciado varias autoridades el peligro de su destrucción, detallando los problemas ya existentes de excavaciones de saqueo y robo de piedras con petrograbados, y reportando la nueva amenaza de un proyecto de construcción.
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